VI ESTE MENSAJE Y DESEABA COMPARTIRLO CON USTEDES.ESTA EN LA PAGINA CONPODER.COM.
Muchas veces nuestra debilidad nos hace suponer que el Dios Soberano y Bueno está lejos. Con tal sentimiento el Hombre ha buscado otros “puntos de apoyo”, unos que estén a su alcance. Por este motivo ha empezado a atribuir facultades sobrenaturales a elementos que lo rodean: la tierra, las montañas, los árboles, el trueno y la lluvia, el sol, o el cuerpo y espíritu de los difuntos…
Por consecuencia lógica el Hombre quiere ganar el favor de esos “dioses palpables”, y para congraciarse con ellos inventa un repertorio de ritos, los que se han multiplicado hasta perder el control. ¿Quién de entre los mortales estaría hoy al tanto de conocer las incumbencias y preferencias de cada uno de esos “dioses”? Existe un caos de creencias.
Pero, suponiendo que esos elementos no tuviesen ningún poder otorgado por el Dios Soberano, ¿qué pasaría con los adeptos? ¿Para qué invocar los vientos si no tienen oído, o pedir favores a la tierra si ella sólo es la criada dependiente de su amo? Aún peor sería el caso si esos elementos son usados por poderes malignos. ¿Cómo sabemos si los amuletos -o el agua bendita- que usamos para protegernos contra espíritus malignos, no son nada más que las vías y puertas de entrada de esos mismos espíritus malos, para dañar al devoto? – ¡Qué pobre juguete es el Hombre cuando sirve a los elementos -a esos vicedioses- e ignora al Dios Soberano!
¡Dejemos ya de andar errando por esa ignorancia!, como dice la Escritura: “Paraos en los caminos, mirad y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino” (Biblia, en Jeremías 6:16). No hay cultura antigua sin huella del Dios Soberano y Bueno, Creador y Mantenedor de la tierra y de los cielos.
Obviamente el Creador es muy superior a lo creado. Por lo tanto, buscar apoyo en lo creado en vez de en el Creador es un retroceso fatal. Es una corrupción espiritual que penetraba mientras más pasaba el tiempo. La Biblia lo llama “pecado” o “idolatría”.
El hombre actual -en este tiempo del materialismo- prefiere lo visible y calculable. No tiene en cuenta al Invisible, al Soberano, al que tomará las últimas decisiones.
El Creador nos ama y se manifiesta
Lo creado -todo lo que nos rodea- da testimonio de Él. También nuestra conciencia nos dice que le tendremos que dar cuenta. No hace falta ser cristiano, musulmán o hebreo para saber en lo más íntimo que hay un Dios Bueno, Soberano y Perfecto.
Por la Biblia además sabemos que fue por la deslealtad del Hombre que se rompió la relación con Dios. Mas ahora Dios invita al Hombre a que vuelva. Incluso ofreció -y sacrificó- su único Hijo para superar la separación con el Hombre. ¡Hasta tal punto, el Dios Soberano nos ama!
Lo que el hombre puede percibir con sus sentidos naturales, son muchas consecuencias malas de esa ruptura, como: la soledad, el sentido de impotencia y de culpa, la muerte; y a veces las consecuencias de sus propios pecados.
Mas para percibir y aceptar la oferta de Dios, hace falta la fe, es decir, la confianza incondicional y la obediencia.
Aceptado por el Dios Invisible
El hombre está inclinado a acudir a lo visible. De esto se aprovechan los astutos hacedores de las religiones, introduciendo objetos palpables, santuarios, reliquias, amuletos, etc.
Pero Dios exige la fe. “Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad…” (Juan 4:23).
Espero que mi entendido lector tome esa buena decisión desde hoy en adelante y ya no dé homenaje a lo visible sino al Creador Invisible. Ya no espere ayuda de los astros. Ya no siga a los que murmuran y susurran manejando lo palpable. ¡El verdadero Dios, el que puede salvar, no se puede ni ver ni tocar!
Si le dicen que el Verdadero Dios no es accesible o que no escucha o que no lo ama, sepa que es mentira. El Dios Soberano desea ser también el Dios de usted, el Amigo de usted, el Salvador de usted, incluso Él es el único que perdona todos los pecados de usted. No hace falta reconciliarse por medio de ningún sacrificio con Él o sufriendo martirios; usted ya está reconciliado; Dios ya actúa en su favor.
Acérquese a Él por medio de su oración, ahora mismo: “Oh Dios Soberano, quiero conocerte, quiero acercarme a Ti, te pido que te reveles a mí…” No se olvide que la verdadera relación se establece por medio de la fe -no por los sentidos naturales. Usted tiene que tener fe en Su palabra. Usted debe conocer la Biblia.
No comments:
Post a Comment